Cerca del 50% de los ingresos en el Hospital SJD Sant Boi por causas neurológicas son por ictus
En los últimos tres años, los diagnósticos por ictus han aumentado un 81%, una cifra que los especialistas atribuyen al envejecimiento de la población
El 90% de los ictus son evitables con la prevención de factores de riesgo como el tabaquismo, la hipertensión, la diabetes, la inactividad física y una mala alimentación
El 47,3% de los pacientes que ingresan en el Servicio de Neurología a través de Urgencias reciben el diagnóstico de ictus. En el período entre 2021 y 2024, 916 personas de un total de 1935 ingresaron en el Hospital Sant Joan de Déu Sant Boi debido a esta afección, según datos internos. El ictus, una de las enfermedades neurológicas más extendidas entre los catalanes, se sitúa por delante también en el área de influencia del hospital, con un crecimiento de casos de un 81,4% entre 2021 y 2024.
Los especialistas del Servicio de Neurología del Hospital atribuyen este crecimiento al envejecimiento de la población de referencia. La media de edad entre los pacientes atendidos por esta afección es de 75 años, mayoritariamente hombres (54%), con una estancia media en el hospital de 6,7 días.
La embolia, la hemorragia cerebral, la trombosis, el derrame o el accidente cerebrovascular son sinónimos de un mismo concepto, el ictus. Se trata de una interrupción brusca de la circulación de la sangre en el cerebro producida por una obstrucción (ictus isquémico) o una rotura de una arteria (ictus hemorrágico), y que tiene como consecuencia la muerte de las células cerebrales de una parte del cerebro. El 75% de los ictus que se producen son de origen isquémico.
El 29 de octubre es el Día Mundial del Ictus, una cita para concienciar sobre el papel clave que tiene la prevención en esta enfermedad, la importancia de saber reconocer los primeros síntomas y actuar de forma precoz para salvar vidas.
Actuación urgente frente a los primeros signos de alarma
En caso de ictus, cada segundo cuenta, ya que una rápida actuación puede evitar que el cerebro quede afectado por daños graves o irreversibles. Por este motivo, desde el Departament de Salut y desde los centros hospitalarios hace años que se comparte con la ciudadanía la escala RÁPIDO. Este acrónimo, creado con el objetivo de que la población recuerde fácilmente esta palabra y los signos de alarma ante un accidente cerebrovascular, hace referencia a acciones que hay que realizar y cómo actuar:
• Ría
• Alce
• Pronuncie
• ¿Ictus? • Da apoyo • Observa
• De prisa
Si, de forma repentina, una persona no puede realizar ninguna de las tres primeras acciones (reír y que no se le tuerza un lado de la cara, levantar los dos brazos a la vez o hablar sin dificultades), debe sospecharse de ictus y actuar de manera urgente, con una llamada al 061 o el 112, que activará el código ictus. Este código responde a un protocolo de actuación urgente que comprende la activación de una red de dispositivos asistenciales que ofrecen una atención inmediata a las personas o familiares con sospecha de ictus. “Si tenemos dudas sobre si podemos estar sufriendo un ictus, puede activarse de inmediato el código ictus llamando al SEM desde casa, a través del CAP o puede hacerlo el equipo médico desde el hospital, para tratar de forma precoz la enfermedad”, explica el Dr. Diego Ballesteros, neurólogo del Hospital SJD Sant Boi. Y añade que “en las primeras horas, después de la aparición del ictus, es cuando tenemos más opciones de tratamientos, podemos obtener mejores resultados y una evolución más favorable”.
Cómo prevenir un ictus: principales factores de riesgo modificables
El 90% de los ictus son isquémicos o aterotrombóticos y están relacionados directamente con factores de riesgo cardiovasculares asociados a malos hábitos, consumo de alcohol y tabaco, alto nivel de colesterol en sangre, obesidad y sedentarismo. “La buena noticia es que estos factores son modificables y pueden reducir enormemente el riesgo si se apuesta por un estilo de vida saludable, con actividad física, una correcta alimentación y control de los factores de riesgo”, explica la Dra. Ana Escrig, neuróloga del Hospital SJD Sant Boi.
En los últimos años, el envejecimiento progresivo de la población ha aumentado la incidencia, pero, desgraciadamente, la edad forma parte del conjunto de factores no modificables, junto con la predisposición genética.
Cada año se registran más de 13.000 casos de ictus en Cataluña. Es la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres, con 4.000 defunciones al año, según los datos más recientes.



