Restauramos los bancos modernistas del Jardín Invisible
- Los nueve bancos se encontraban en un proceso de deterioro avanzado y la restauración ha durado cerca de seis meses.
- La intervención ha sido financiada por el Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya y coordinada por un equipo de arquitectos y aparejadores expertos en Gaudí y el Modernismo.
- La siguiente fase que empezará en breve permitirá consolidar la estructura de la Gruta.
Finalizan con éxito las tareas de restauración de los nuevos bancos modernistas que forman parte del conjunto arquitectónico del Jardín Invisible, llevadas a cabo con la financiación del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya.
Representantes del Centre de Restauració de Béns Mobles de Catalunya y del Servei de Patrimoni Arquitectònic del Departament de Cultura, junto con representantes de la empresa de conservación y restauración Arcovaleno y del grupo de arquitectos y aparejadores implicados en este proceso de recuperación, se reunieron el pasado 31 de enero, con los equipos de Servicios Generales y Solidaridad del Parc Sanitari Sant Joan de Déu para valorar el resultado final de la intervención y acordar los siguientes pasos a seguir.
En el momento de iniciar el proceso de restauración, a mediados de verano del año pasado, los nuevos bancos modernistas, revestidos con trencadís de colores vivos y decoración variada, se encontraban en un estado bastante deteriorado, aunque ya se había hecho una primera restauración en el año 2011, dirigida por el arquitecto David Agulló, para detener la degradación que estaba sufriendo el conjunto.
Agulló es precisamente el autor de la tesis que atribuye a Antoni Gaudí el conjunto arquitectónico modernista del Jardín Invisible, construido entre 1906 y 1912, formado por la Gruta (1906), la Capella de la Mare de Déu (1911) y por este conjunto de bancos que, supuestamente, constituirían el ensayo previo del banco serpentino del Park Güell, puesto que fueron construidos con anterioridad (uno de ellos tiene una inscripción con fecha de 1912). Agulló mantiene que el Jardín invisible fue el banco de pruebas de algunos de los proyectos más emblemáticos de Gaudí, como la Sagrada Familia o la cripta de la colonia Güell.
Una restauración que ha mantenido los bancos originales
La intervención de los bancos modernistas ha durado cerca de seis meses y ha seguido un criterio arqueológico, que ha consistido en recuperar la morfología y la forma original de los bancos. Esto ha permitido identificar las áreas donde faltaba el trencadís, y reemplazarlas por reconstrucciones volumétricas hechas de una estructura interna de fibra de cristal y resina epoxi, que les proporciona estabilidad. En la misma línea, también se ha hecho un trabajo de recuperación de los fragmentos de mosaico que estaban degradados o estropeados, que ha consistido en retirarlos, restaurarlos y volverlos a colocar.
Los trabajos de restauración también han afectado a la zona posterior de los bancos, donde se ha hecho una prueba de intervención en el jardín, que consiste en retirar toda la tierra y las raíces, y dejar un espacio entre el reverso del banco y el ajardinamiento, con el fin de estudiar el futuro sistema de drenaje para evitar el estancamiento de agua y el contacto directo entre suelo y banco.
Una intervención que concluye con la vista puesta en la Gruta
La última visita de valoración del proyecto de intervención concluyó que, de momento, los bancos permanecerán tapados como medida de protección, y el recinto donde se sitúa el Jardín Invisible se mantendrá cerrado hasta que tenga lugar un correcto ajardinamiento de la zona.
Al mismo tiempo, se acordó que la próxima fase de actuación abordará la Gruta, que necesita una restauración urgente, puesto que algunos de sus elementos están bastante deteriorados a consecuencia del paso del tiempo, aunque en los últimos años se ha utilizado cemento para sellar las grietas que han aparecido en ella, se han colocado brocas inoxidables y parte de la estructura está apuntalada para que mantenga su estabilidad. Estas acciones también deberían ser revisadas a fin de ir alineados con el objetivo del proyecto de recuperar la morfología original.
El Jardín invisible y el proyecto Torrents d'Art
La recuperación del Jardín invisible forma parte de la estrategia del Parc Sanitari Sant Joan de Déu para visibilizar la contribución del arte y la cultura a la salud, y concuerda directamente con la tarea que lleva a cabo Torrents d'Art, un programa inclusivo, comunitario y no estigmatizante en que las personas, tengan o no tengan un trastorno mental, participan conjuntamente en procesos de creación artística.
Dadas las características de este conjunto modernista, una de las hipótesis que se plantean es que, en el proceso de construcción del Jardín invisible, las personas atendidas residentes en el antiguo psiquiátrico de Sant Boi (enmarcado dentro del recinto del Parc Sanitari Sant Joan de Déu) habrían participado en su construcción, siguiendo las directrices de un complejo proyecto ideado por Antoni Gaudí.
Esto se debe al hecho de que el antiguo psiquiátrico de Sant Boi fue una de las primeras instituciones que estudiaron la ergoterapia, una corriente procedente de Europa que consistía en utilizar el trabajo como herramienta para tratar las personas con problemas de salud mental. Se disponía de talleres donde los pacientes aprendían el oficio de albañil y participaban así en las diferentes obras que se realizaban en el centro.
La recuperación del Jardín Invisible conecta con el legado del Parc Sanitari Sant Joan de Déu y con la misión de Torrents d'Art, que busca mejorar la calidad de vida de las personas con trastornos mentales a través del trabajo de creación en comunidad e inclusivo.